Programa De Corazón a Corazón

Fundación Corazoncitos participó del Programa De Corazón a Corazón a Bolivia

 

Desde al 2015 el equipo médico del Texas Children´s Hospital, en conjunto con FundaCor y la Clínica Incor, de Bolivia, lleva a adelante el programa “De corazón a corazón” que atiende en forma gratuita a niños y niñas con cardiopatías congénitas de diferentes localidades de Santa Cruz, Bolivia.

 

Los niños y niñas son evaluados todo el año por el equipo boliviano y norteamericano, que decide los casos y procedimientos quirúrgicos que se realizan durante la semana en la que se lleva a cabo el programa.

 

Luego de una interrupción a causa de la pandemia del Covid 19, el pasado mes de setiembre el equipo del Texas Children´s Hospital regresó a Bolivia para continuar con esta iniciativa solidaria a la que, en esta edición, se sumaron 7 profesionales uruguayos invitados por Fundación Corazoncitos.

 

El equipo uruguayo viajó a Santa Cruz de la Sierra como grupo satélite del equipo quirúrgico norteamericano, y se integró en todas las actividades, participando como observadores en todas las etapas del proceso de atención a los pacientes.

 

Para conocer la experiencia de estos profesionales conversamos con cuatros de los participantes: Maximiliano Rodríguez, médico cirujano residente, Lorena Dieguez, cardióloga ecocardiografista y Valentina Peluas, anestesista, los tres del Sanatorio Americano y Martin Antelo, cirujano cardíaco en formación en el Instituto de Cardiología Integral.

 

Todos los profesionales coincidieron en el buen relacionamiento con el equipo médico de EEUU y Bolivia.

 

“Tanto los colegas bolivianos como los norteamericanos nos permitieron integrarnos plenamente a las actividades. Tuvimos un intercambio fluido y cada uno de nosotros participó en las áreas en las que trabajamos. Nos trataron muy bien”, señaló Martin Antelo.

 

Para Valentina Peluas la interacción con los colegas fue excelente, “me hicieron sentir parte del equipo todo el tiempo, me brindaron información, bibliografía y me actualizaron en muchos de los procedimientos en los que participamos. El equipo de anestesistas estuvo siempre dispuesto a enseñarme y el contacto se mantiene hasta ahora. Frente a dudas que tengo en la práctica diaria en Uruguay, me comunico con ellos y me aportan mucha información”.

 

A su vez, Maximiliano Rodríguez destacó la amabilidad del equipo del Texas Children´s Hospital, que “siendo profesionales que trabajan en uno de los centros de referencia mundial en cardiopatías congénitas se mostraban colaborativos con nosotros. Nos participaban de la táctica quirúrgica (el plan que se llevará adelante en el procedimiento) y nos comentaban los “tips and tricks” de cada cirugía.”

 

“La gente de Bolivia también fue espectacular. Nos regalaron un diploma donde dice explícitamente que Santa Cruz de la Sierra nos quedará para siempre agradecida, la verdad que es emocionante eso”, agregó.

 

El programa fue una instancia de capacitación intensa para los profesionales uruguayos. Durante la semana que se llevó a cabo (del 1 al 9 de setiembre) se realizaron 12 cirugías a corazón abierto y 12 cateterismos cardíacos.

 

“Lamentablemente el número de cirugías en nuestro país no es el suficiente como abordar la subespecialidad infantil, dentro de la cirugía cardíaca.  Hay que aprovechar cada instancia que se da en el exterior y destacar lo que se pueda aplicar acá. Uruguay es un país con enormes profesionales, pero con poco “n” de pacientes, creo que el complemento perfecto es salir al exterior y mirar mucho”, indicó Rodríguez.

 

Para Lorena Dieguez, el programa le dejó aprendizajes tanto a nivel profesional como personal “considero importante participar de este tipo de programas, no solo por lo que aporta a nivel profesional y personal, sino porque a los que estamos empezando, nos permite tomar conciencia y “medirnos” con otros servicios. Me llevo como uno de los aprendizajes que, atrás de colegas extranjeros con mucha experiencia y quizás con recursos de primera a su disposición, existen humanos que a veces enfrentan las mismas incertidumbres y desafíos”.

Así también lo señaló Martín Antelo, “sin dudas es una experiencia enriquecedora desde varios puntos de vista; ayuda a reconocer las debilidades y fortalezas de nuestro propio sistema de salud, permite el intercambio con profesionales de primer nivel, y fundamentalmente, y creo que es uno de los aspectos más relevantes a destacar, permite la formación de un grupo de colegas que trabaja en distintas instituciones y en distintas áreas, demostrando que no solo se puede, si no que se debe trabajar en conjunto en un país como el nuestro. La oportunidad que otorga la Fundación es verdaderamente valiosa y necesaria para continuar mejorando”.

 

La conformación del equipo que viajó a Bolivia también fue algo destacado por los profesionales que participaron del programa.

 

“Lo interesante es que se convocó a un grupo heterogéneo de profesionales de dos centros distintos ya sea en el área de la cirugía, anestesia, perfusión, enfermería y cardiología, varios no nos conocíamos. Lo destacable es que forjamos una excelente relación, que se ha mantenido activa en los meses que llevamos devuelta. Para mí esto es valioso, pareciera ser que la cardiología pediátrica del futuro puede coexistir y tirar para el mismo lado” indicó Dieguez.

 

A su vez, los profesionales fueron acompañados por integrantes de la directiva de Fundación Corazoncitos, quienes compartieron esta gran experiencia junto al equipo médico.

 

“En lo personal, no había tenido antes la oportunidad de realizar una capacitación a través de la Fundación, lo volvería a hacer y sin dudas lo recomiendo 100%. Destaco que nos acompañaron 3 integrantes de la fundación, El Dr. Canessa, Viviana Zinola y Juan Eduardo Guerra. Los tres cumplieron un papel muy importante. El Dr. Canessa me acompañó y aconsejó en mis actividades como cardióloga y a su vez Viviana y Eduardo estuvieron en cada detalle para que pudiéramos enfocarnos en lo central, formarnos. Me llevo un excelente recuerdo de su compañía”, señaló Dieguez.

 

Para culminar esta nota le pedimos a los participantes que recordaran alguna anécdota del viaje, que compartimos a continuación.

 

Gerónimo, el chofer de la delegación

 

Anécdotas hay miles. Tal vez la que más rápido se me viene a la cabeza es acerca de Gerónimo. Este hombre era el chofer del bus de toda la delegación. Conducía para los americanos y para nosotros un bus de 30 personas, enorme. El asunto es que cuando queríamos salir a la noche con solo el grupo de uruguayos contratábamos a Gerónimo y salíamos a pasear. Entonces éramos los 7 viajeros en ese coche enorme y nos divertíamos mucho. Incluido Gerónimo. Los últimos días fue tanto el cariño que nos trajo a su esposa también y ella no daba crédito lo que nos divertíamos y las pavadas que hacíamos en ese bus. Hasta hoy me escribo con él”.

Maximiliano Rodríguez

 

El dulce de leche uruguayo

Una anécdota; hace un par de semanas me escribió un mail el Dr. Bezold, agradeciendo el dulce de leche que le regalé y preguntándome cómo puede conseguir más, se ve que se me olvidó advertirle lo adictivo que puede llegar a ser. Lorena Dieguez

 

La participación en el programa “De corazón a corazón” forma parte de las capacitaciones que brinda Fundación Corazoncitos a profesionales de distintas áreas vinculadas con el tratamiento de las cardiopatías congénitas y es una de las principales líneas de trabajo de la fundación.