El 9 de setiembre se celebra el día del Cardiólogo, en ocasión del aniversario de la fundación de la Sociedad Uruguaya de Cardiología.
En este día queremos agradecer a todos todos los cardiólogos y cardiólogas que cuidan con tanta dedicación y compromiso la salud de nuestros corazoncitos, y saludar especialmente a nuestro vicepresidente, Dr Roberto Canessa, que nos acompaña desde los inicios de la fundación, y es referente para muchos corazoncitos y sus familias.
Te invitamos a conocer un poco más sobre su labor a través del testimonio de la Dr. Claudia Martínez.
¿Por qué elegiste ser cardióloga?
Fui mamá a los 22 años de una hermosa niña prematura. Desde ese momento supe que mi orientación sería especializarme en el cuidado del niño, por lo cual primero fui Pediatra, luego Neonatóloga y cuando me encontré trabajando en los CTI al cuidado de niños cardiológicos me enamoré de la profesión y sabía que tenía las herramientas para hacer la diferencia en sus cuidados.
¿En qué consiste tu labor?
En el cuidado integral del niño con Cardiopatía, desde que se encuentra en el vientre materno hasta que cumple sus 15 años.
¿En dónde trabajas actualmente?
En Médica Uruguaya, Sanatorio Americano y COSEM.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Tener las herramientas para realizar un acompañamiento integral del niño con cardiopatía y sus familias, y brindar mis conocimientos para buscar llegar a la meta. No dejar nunca de luchar con ellos.
¿Cómo te vinculaste con la Fundación Corazoncitos?
A través de mi formación en cardiología nos fuimos acercando a la Fundación.
¿Qué mensaje te gustaría compartir con tus colegas en esta ocasión especial?
Que queda mucho camino por recorrer en la Cardiología Pediátrica. Hay muchas cosas que deben y pueden cambiar y está prohibido bajar los brazos.
¿Alguna anécdota que te gustaría compartir?
Clarita era una lactante de 6 meses cuando nos vimos por primera vez, un día en enero, en mi primer policlínica cardiológica. Me acuerdo que la madre pidió una consulta virtual solo para mostrar exámenes para operarla de una Comunicación Interventricular (CIV). Le pedí que viniera personalmente pues me gusta verlos y evaluarlos, y ese día nos cambio la vida a ambas, Clarita tenía una CIV que era casi un ventrículo único y su operación iba ser más complicada que lo que se pensaba, así que realizamos consultas, investigamos… fue un desafío para mí y las familias, pero tuvimos el mejor resultado. Hace poquito me vino a ver dando sus primeros pasos.
Fundación Corazoncitos es una organización sin fines de lucro que trabaja al servicio de los niños con cardiopatías congénitas y sus familias en Uruguay, con el objetivo de mejorar la sobrevida y calidad de vida de los niños con esta afección, y brindar apoyo y contención a sus familias.